El Canal de Panamá es una increíble obra de ingeniería que conecta el Atlántico con el Pacífico, evitando que los barcos tengan que rodear Sudamérica. Funciona con un sistema de esclusas que los eleva o baja usando agua por gravedad. Primero, los barcos entran en cámaras que los suben, luego cruzan el lago Gatún, que está a 26 metros sobre el nivel del mar, y finalmente descienden al otro océano con otro juego de esclusas. Todo esto permite ahorrar miles de millas de viaje y hace que el comercio mundial sea mucho más eficiente. De lo contrario, tu pedido de Temu tardaría más meses.
El Canal de Panamá es una increíble obra de ingeniería que conecta el Atlántico con el Pacífico, evitando que los barcos tengan que rodear Sudamérica. Funciona con un sistema de esclusas que los eleva o baja usando agua por gravedad. Primero, los barcos entran en cámaras que los suben, luego cruzan el lago Gatún, que está a 26 metros sobre el nivel del mar, y finalmente descienden al otro océano con otro juego de esclusas. Todo esto permite ahorrar miles de millas de viaje y hace que el comercio mundial sea mucho más eficiente. De lo contrario, tu pedido de Temu tardaría más meses.
In general, many financial experts support their clients’ desire to buy cryptocurrency, but they don’t recommend it unless clients express interest. “The biggest concern for us is if someone wants to invest in crypto and the investment they choose doesn’t do well, and then all of a sudden they can’t send their kids to college,” says Ian Harvey, a certified financial planner (CFP) in New York City. “Then it wasn’t worth the risk.” The speculative nature of cryptocurrency leads some planners to recommend it for clients’ “side” investments. “Some call it a Vegas account,” says Scott Hammel, a CFP in Dallas. “Let’s keep this away from our real long-term perspective, make sure it doesn’t become too large a portion of your portfolio.” In a very real sense, Bitcoin is like a single stock, and advisors wouldn’t recommend putting a sizable part of your portfolio into any one company. At most, planners suggest putting no more than 1% to 10% into Bitcoin if you’re passionate about it. “If it was one stock, you would never allocate any significant portion of your portfolio to it,” Hammel says.