Telegram Group Search
No le des a nadie el poder de cambiar lo que eres o lo que te gusta
Me siento un náufrago agarrado a un futuro varado...
- canción Drones de Vetusta Morla
Dale a cada persona la importancia que merece...
This media is not supported in your browser
VIEW IN TELEGRAM
Nos perdemos a nosotros mismos con tal de no perder a alguien más.
El mayor perdón me lo debo a mí, por aguantar cosas que no debía.
Porque nos cuesta tanto cambiar? No somos un árbol estático y aún así ellos se transforman con las estaciones. No eres un robot programado que no puede cambiar su sistema. Muchas personas dicen: Yo soy así y está bien que algunos de tu personalidad no los cambies porque es lo que te hace único. Se trata de hacer pequeñas transformaciones para que trabajes en el tipo de vida que deseas crear y tener a futuro. Si quieres hacer ejercicios empieza con al menos 15 o 20 minutos al día. Si quieres leer más lee al menos unas 10 páginas por día. Organiza tus espacios de a poco, desechando de las gavetas lo que ya no usas y así de a poco, con pequeños pasos lograrás grandes resultados.
Feliz inicio de semana
This media is not supported in your browser
VIEW IN TELEGRAM
Un día, mientras un águila volaba sobre el campo, vio a un pez aflorar en la superficie del agua de un estanque. Rápidamente se lanzó en picado y con extraordinaria destreza, logró capturar al pez. Luego volvió a levantar vuelo llevando al pez en su pico.

“Sin embargo, una banda de cuervos que había sido testigo de la escena, se precipitó sobre el águila para intentar arrebatarle su presa. Normalmente el águila no teme a los cuervos, pero eran muchos y sus graznidos eran retumbantes. A los primeros cuervos se sumaron otros.

“El águila intentaba remontar el vuelo para escapar, pero los cuervos se lo impedían. La atacaban sin tregua. En cierto momento, el águila se dio cuenta de que todo se debía al hecho de que seguía aferrada al pescado. Entonces abrió el pico y lo dejó caer.

“Los cuervos se precipitaron detrás del pez y el águila, finalmente, pudo remontar el vuelo. Ahora podía volar con ligereza y libertad. Siempre más alto. Sin nada que la detuviese. En paz”.
Esta antigua fábula india hace referencia a cómo en muchas ocasiones aferrarnos obcecadamente a las cosas nos crea problemas que podríamos resolver simplemente aprendiendo a soltar y dejar ir aquello que nos está dañando u obstaculizando.

En la vida real, sin embargo, no es tan fácil darse cuenta de cuáles son los “peces” que nos impiden remontar el vuelo. De hecho, es probable que en un primer momento muchas de esas cosas no fueran un problema, hasta que se convirtieron en una carga pesada de la que no queremos deshacernos.
Desapegarnos: La clave para aprender a soltar y dejar ir
En realidad, se necesita mucho más coraje y fuerza para soltar y dejar ir que para aferrar. Cuando nos aferramos a algo o a alguien, simplemente estamos siguiendo un patrón que nos han inculcado desde pequeños. Soltar, al contrario, demanda un ejercicio de análisis más profundo y maduro en el que nos damos cuenta de que no tiene sentido aferrarnos a determinadas cosas o personas porque de esa manera es probable que solo les hagamos daño o nos lo hagamos a nosotros.
“El arte de vivir una ‘situación difícil’ no consiste, por una parte, en ir descuidadamente a la deriva, ni, por otra, en aferrarse con temor al pasado y lo conocido. Consiste en ser completamente sensible a cada momento, en considerarlo como nuevo y único, en tener una mente abierta y receptiva”
- Alan Watts.
Buenas noches
This media is not supported in your browser
VIEW IN TELEGRAM
La felicidad no proviene de la ausencia de problemas sino de la capacidad para afrontarlos”, decía Steve Maraboli, un escritor de autoayuda estadounidense. Y es que no podemos evitar que surjan complicaciones, conflictos y problemas, pero podemos elegir qué impacto tendrán en nuestra vida. La forma de afrontar una dificultad nos puede hacer más fuertes o, al contrario, nos puede desestabilizar por completo.

Desgraciadamente, cuando debemos afrontar un problema, a menudo recurrimos a viejas estrategias, que no siempre son las más eficaces. De esta manera, sin darnos cuenta, respondemos siempre de la misma forma. Preferimos repetir soluciones erróneas que intentar algo nuevo, simplemente porque nos sentimos cómodos con lo familiar y nos asusta la incertidumbre. Si recurrimos a soluciones manidas, no es extraño que cometamos viejos errores o que incluso nos sintamos atrapados en un círculo vicioso sin saber siquiera cómo hemos acabado así. En ese punto nos hemos convertido en víctimas de lo que podríamos denominar “La paradoja de la farola”.

La paradoja de la farola
“Un borracho está buscando con afán bajo un farol. Se acerca un policía y le pregunta qué ha perdido. El hombre responde: – Mi llave.

Ahora son dos los que buscan. Al fin, el policía pregunta al hombre si está seguro de haber perdido la llave precisamente allí. Este responde: – No, aquí no, sino allí detrás, pero allí está demasiado oscuro.”
This media is not supported in your browser
VIEW IN TELEGRAM
Que bonita se vuelve la vida cuando se ocupas únicamente en tu vida, te enfocas en tus objetivos, las cosas que te gustan y dejas de compararte y estar pendiente de la vida de los demás...
2024/06/15 22:16:21
Back to Top
HTML Embed Code: